POSADA FINCA LA FRONDA

Se trata de un sitio muy especial; una combinación perfecta para quien busque tranquilidad "perdido" en mitad de la naturaleza pero con todas las comodidades. Definirlo como Hotel queda frío y desproporcionado, pues sólo consta de 7 habitaciones, y como Casa Rural, le queda a la suela del zapato aún con el apéndice de "Categoria Superior"; es mucho mejor que eso.
Todo es acogedor; entorno, habitaciones, salón (lástima no haberlo aprovechado más... sospecho que a muchos huéspedes les ocurrirá igual)...
El trato es muy correcto, amigable y familiar. Muy agradecidos a Cristina y Alec Wordsworth por los días que hemos pasado allí y compartir su "rinconcico". Volveremos.

P.D.: si alguien se agobia con tanta tranquilidad, escapar del paraíso sólo cuesta 6 minutos en coche a Alájar, ó 18 a Aracena...

Por último, y dejándome en el camino las mermeladas de Cristina, las cenas de Alec, a la gata Lily... una cita:

"Tu cerebro es el jardín,
tus pensamientos las semillas.
Cosecharás bien flores, bien malas hierbas."
W. Wordsworth, 1770-1850

Todo espectacular!!! Está en medio de la sierra de Aracena, un lugar ideal para descansar, desconectar, jugar a juegos de mesa en su precioso salón al calor de la chimenea, hacer rutas y visitar los pueblos con encanto cercanos.
A destacar la amabilidad de Cristina, Alec y Mari, son encantadores, siempre dispuestos a ayudar en lo que haga falta.
La habitación es muy grande, espaciosa y limpísima, muy bien aislada de ruidos y calentita. La decoración exquisita, con un aire inglés, sin perder lo autóctono de la zona. Y cada día, al volver, teníamos un detalle precioso en nuestra cama en forma de verso.
Los desayunos perfectos, tú eliges lo que quieres cada día. Y las mermeladas de Cristina son exquisitas, hasta yo que no soy golosa las probé todas y a cual mejor.
Las cenas de Alec son geniales, todo de excelente calidad, cantidad para nunca quedar con hambre y muy variada, siempre con ese toque ameno y cercano que le da a todo.
Nos faltó por hacer "cenando canciones" el sábado, porque justo partamos hacia casa ese día, pero esperamos volver y escuchar a Óscar tocando el piano mientras cenamos.
Los alrededores del hotel muy cuidados y preciosos
Podría contar más bondades, pero me quedaría corta, es mejor ir y comprobarlas por uno mismo, no defrauda.
Gracias por tanto familia!

Un remanso de paz para disfrutar de la naturaleza y el paisaje en la Sierra de Aracena. Amenizado cada Sábado con música y humor en Cenando Canciones. Cristina y Álex anfitriones de 10 que intentan hacer de tu estancia lo más acogedora posible.
Hemos repetido y volveremos muy pronto. Gracias

Hemos venido dos parejas a pasar unos días y aunque ha estado lloviendo, ha merecido totalmente la pena.
La visita a La cueva de las Maravillas impresionante. Los pueblos cercanos tienen encanto y belleza.
Y sobre la casa rural, no le falta detalle: poesía, desayuno completo casero entre árboles y pájaros hecho con cariño, mermeladas hechas por Cristina, exposición de cuadros, habitaciones amplias, cena con canciones que quedará en mi memoria como una momento difícil de olvidar, la cena exquisita cocinada con amor por Alex.
Muchas gracias a todos por esta experiencia tan maravillosa.

Trato personalizado y lugar muy confortable para descansar! Me olvide una camisas y me las enviaron sin ningun problema.